Este documento se elabora a partir del capítulo “La parroquia de San Sebastián. Estudio histórico-arquitectónico”, DEL PROFESOR Fernando Cruz Isidoro, publicado en el libro La Paz. Historia y Patrimonio, editado por la Univerisidad de Sevilla con motivo del LXXV aniversario de nuestra Hermandad.
En 1728, uno de sus hermanos y diputado de la Hermandad de San Sebastián, cuyos orígenes se sitúan en el siglo XV, Pedro Esteban y Morales, elevó un memorial al Asistente de la ciudad solicitando se adecentara el terreno donde estaban “enterrados tantos católicos, y que no se cavara en él, ni lo forzaran los cerdos”1.
Un siglo más tarde, en 1821, la Catedral solicitaría terreno junto a la ermita para establecer un panteón para sus miembros, concediéndoles la hermandad en marzo de 1821 el adyacente por el costado derecho “para labrar en él el número competente de nichos, cerrado con una decente cerca”, y poder poner sus lápidas en la nave del Evangelio, en correspondencia con los nichos, para que “a la vista de los fieles merezcan sus oraciones”.
Esos precedentes hicieron que el Ayuntamiento, impulsado por el Asistente José Manuel de Arjona, aprobase en octubre de 1825 un proyecto para cementerio público en San Sebastián, con plano y presupuesto del maestro mayor Julián de la Vega a construir en la trasera de la ermita. Aunque el cementerio todavía no estaba concluso en el verano de 1828, pronto quedó pequeño, pues en enero de 1830 el maestro mayor municipal Melchor Cano dibujará dos croquis para su ampliación, uno con su emplazamiento en relación a la ermita, huertas y hazas circundantes, y el segundo con las edificaciones.
Podemos hacernos idea por los dos dibujos que realizara a lápiz el viajero inglés Richard Ford (Londres, 1789-Heavitree, 1858) en 1831, de 175 x 255 mm, que se conservan en la colección londinense Brinsley Ford. En la vista más general (Figura 1), con la inscripción al dorso “Outer and Unfinished Court of the Burging Ground, San Sebastián”, se observa en primer término el gran patio que el ayuntamiento estaba formando, todavía con los muros laterales inconclusos, al fondo el triple ingreso, monumentalizado el central por un frontón triangular, y la disposición perimetral de nichos hasta 8 alturas. En el fechado el 9 de febrero, que representa una vista más cercana (Figura 2), con la inscripción trasera “The Burging Ground, Inner Court, Seville”, se observa tras ingresar por el portón central, el cementerio de la hermandad, en el atrio de la ermita, con igual superposición de huecos y acceso por la izquierda al patio colateral2.
Figura 1
Figura 2
El cementerio se desmanteló entre 1857 y 1858, depositándose los restos en una gran fosa tras el templo, que se señaló con un crucero, aunque la orden de clausura se retrasó hasta el 28 de enero de 1885. Se conserva el crucero, aunque trasladado al jardín delantero de la actual parroquia. Se dispone sobre un basamento de ladrillo de planta poligonal elevado sobre tres gradas, hoy a la vista cuando estaría enfoscado y policromado, alzándose la pétrea cruz latina plana sobre varias molduras decrecientes de ladrillo visto y un pequeño pedestal (Figura 3). En uno de los lados se dispone una lápida de mármol: R.I.(cruz)P.A. / DEMOLIDO EN 1858 EL ANTIGUO / CEMENTERIO DE S. SEBASTIAN / TRASLADARONSE AQUÍ LOS RESTOS / EXHUMADOS DE NUESTROS MAYORES / PARA RECUERDO DEL SUCESO / CUIDÓ EL EXMO AYUNTAMIENTO / DE LEVANTAR ESTE SANTO SIGNO.
Figura 3
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REFERENCIAS
1. RODRÍGUEZ BARBERÁN, Francisco Javier: Los cementerios… op. cit. p. 68.
2. CALVO SERRALLER, Francisco y otros: Iconografía de Sevilla. 1790-1868. Sevilla: El Viso, 1991, p. 242, láms. 174, 175.